El trabajo de los estudiantes de artes dramáticas es clave para la educación que imparte la Sección de Integración Médica (SIM) a los estudiantes de medicina.
Los estudiantes de medicina de la Universidad de Costa Rica (UCR) acudían a sus clases teóricas y posteriormente continuaban con sus rotaciones hospitalarias. Es ahí donde aplicaban este conocimiento previamente aprendido, con un paciente de forma directa.
Debido a las restricciones sanitarias puestas a causa de la pandemia del Covid-19, los alumnos de medicina no han podido tratar con pacientes hospitalarios desde febrero del año 2020. Tal situación provocó la necesidad de utilizar nuevas herramientas para poner en práctica sus aprendizajes.
Entre ellas, se identifica la colaboración con estudiantes de la carrera de artes dramáticas. Esto con el fin de brindarles a los estudiantes de medicina una interacción con pacientes simulados.
«El objetivo principal es que los estudiantes de medicina experimenten un escenario seguro con las condiciones necesarias que fomenten la aplicación práctica de sus conocimientos teóricos.» mencionó Javier Montenegro en una serie de entrevistas realizadas a alumnos de artes dramáticas que colaboran con la SIM.
Sumado a ello, parte clave en la educación de los estudiantes de medicina para su futura práctica médica, también, es el trato de los pacientes. Por eso es indispensable contemplar el desarrollo de las habilidades blandas que deben aplicar con ellos en una consulta médica.
«Creo que ese es el punto mágico donde se encuentra el teatro con la medicina: en la conexión con las otras personas». expresó Valeria Méndez, estudiante de artes dramáticas.
Su trabajo en la SIM
Los estudiantes de artes dramáticas trabajan en conjunto con los médicos de la SIM para exponer un caso clínico. De este modo, los actores y las actrices toman el papel de un paciente, más allá de sus síntomas.
«María, Laura y Mariana, las 3 personas que he sido en este último mes, no son una ficha con datos, ni un personaje enfermo que entra y sale de un consultorio ficticio. Son personas vulnerables, con historia, sentimientos, emociones y conocimientos, que merecen atención y ser tratadas con respeto.» comentó Valeria Méndez.
Los estudiantes colaboradores acogen la información médica del paciente que van a representar y, con ella, crean un perfil. Así pues, la tarea no es solo una lectura de signos y síntomas, sino que refleja el papel de una persona completa donde está incluido lo que sienten, lo que sufren, que necesitan e, inclusive, cómo lucen con el maquillaje que elabora cada uno.
Valeria Méndez continúa explicando, «leo el documento y comienzo a conocer a esta persona que voy a ser: María, Laura, Mariana, dónde vivo, a qué me dedico, quién es mi familia, cómo me relaciono con mi cuerpo, cómo me siento física y emocionalmente y por qué voy a ir al hospital a que me revisen».
Todo el proceso realizado en colaboración entre los médicos y los estudiantes de artes dramáticas, permiten la mayor cercanía a la realidad posible. Claro está, con el objetivo de proveer la mejor preparación para la futura práctica médica.
«Desde mi trabajo de actriz profundizo en mis personajes, para que las y los estudiantes de medicina también lo profundicen. Es un trabajo colectivo», concluyó Valeria Méndez.
Colaboración
El trabajo multidisciplinario entre las distintas escuelas de la universidad es fundamental. Lo anterior, tanto para las escuelas en sí como para los estudiantes que tienen la oportunidad de desenvolverse en su área de conocimiento previo a su vida profesional fuera de la universidad.
«El convivio de múltiples perspectivas en torno a un mismo fenómeno, experiencia, o actividad nutren a los profesionales de más herramientas para enfrentar los retos de su oficio o profesión», expresó Javier Montenegro.
Al preguntarle a la estudiante de artes dramáticas Raquel García porqué recomendaría estas colaboraciones multidisciplinarias a sus compañeros de carrera nos comenta como «varios árboles de conocimiento se entrelazan. A nivel actoral aprendés muchas cosas por tu cuenta y, sobretodo, tenés el espacio para explorar y desarrollar esas herramientas que la academia te ha ido dando».