• La Dra.Miranda es parte del equipo que trabaja en esta propuesta basada en nanoanticuerpos de alpacas

Un grupo de investigadores de distintos países ha detectado un posible tratamiento para las personas diagnosticadas con COVID-19 a partir de los nanoanticuerpos de las alpacas chilenas. 

En este trabajo participa la Dra. Zaray Miranda Chacón, graduada de la Escuela de Medicina (EM-UCR), y quien ha seguido de cerca el comportamiento del SARS-CoV-2 con el fin de aportar desde su área de estudio. Ahora, ese aporte está cada vez más cerca de hacerse realidad.

Y no es para menos, pues la revista científica Scientific Reports (parte de la reconocida editorial Nature), publicó el artículo que engloba esta investigación. La misma, demuestra la capacidad de los nanoanticuerpos de las alpacas de neutralizar al virus SARS-CoV-2 de una manera rápida y a bajo costo.

Es así que, su objetivo es la generación de una inmunoterapia inyectable para aquellos pacientes de COVID-19 con factores de riesgo y con alta probabilidad de agravarse.

Pero, ¿por qué un tratamiento a partir de alpacas? Resulta que solo en los animales camélidos se encuentran los nanoanticuerpos, que como su nombre lo indica, son de tamaño y peso más pequeño que los anticuerpos humanos.

“Un anticuerpo como los humanos son muy grandes porque su estructura tiene varias partes. Los nanoanticuerpos son más pequeños y eso permite que entren fácil a las células, en lugar que se adhieren nada más a la superficie como lo hacen los anticuerpos humanos”, comentó la Dra. Miranda.

Asimismo, los nanoanticuerpos son muy fáciles de producir de manera sintética, es decir, en el laboratorio.

La Dra. Miranda explicó que para el caso de la COVID-19 implantaron la proteína del SARS-CoV-2 a las alpacas, ellas generaron sus defensas y los investigadores tomaron la secuencia genética para utilizarla como “molde” para producirla en el laboratorio en grandes cantidades.

El Laboratorio de Biotecnología Médica (Chile), donde se llevaron a cabo dichas pruebas, realizó este estudio con alpacas que son rescatadas, y que normalmente se sacrifican. Además, todas las pruebas siguieron los lineamientos bioéticos de bienestar animal de la Universidad Austral de Chile.

El paso que sigue para este hallazgo es realizar el ensayo clínico Fase 1, lo que significa estandarizar las dosis que se utilizarían y comprobar que no tengan efectos secundarios graves en seres humanos.

Nanoanticuerpos y cáncer de próstata

Los aportes científicos de la Dra. Miranda no terminan ahí; pues en su tesis de Doctorado en Ciencias Médicas, desarrollado en la Universidad Austral de Chile, diseñó una línea celular de cáncer de próstata con edición génica realizada con la técnica CRISPR/Cas9 (Premio Nobel de Química 2020).

Su propósito fue comprender cómo se comporta el receptor de andrógenos (hormonas sexuales masculinas) en las células de cáncer de próstata, comparándolo con las células que no tienen receptor.

“Respecto al cáncer de próstata hay incertidumbre respecto al receptor de los andrógenos, el cual tiene que ver con el desarrollo y el cómo se mantienen las células cancerígenas del cáncer de próstata. Entonces, lo que hice fue ponerle una “etiqueta” por así decirlo, al receptor de andrógenos de las células de cáncer de próstata y esa etiqueta es de una proteína fluorescente”, señala la investigadora de 32 años.

Del mismo modo, la Dra. Miranda hizo un constructo molecular que tiene un nanoanticuerpo dirigido hacia esa proteína fluorescente que está unido a una maquinaria de degradación de proteínas. “Eso quiere decir que puedo enviar el nanoanticuerpo a las células del cáncer de próstata para degradar el receptor de andrógenos”.

Los nanoanticuerpos también los ha utilizado para hacer inmunohistoquímica, ya que los mismos resultan ser bastante flexibles y se pueden utilizar para investigación de diversas áreas de diagnóstico pero también para terapia, como lo están proponiendo ahora con el COVID-19.

La Dra. Zaray Miranda, quien ha sido docente de Anatomía, se reincorporá como profesora de la EM-UCR en abril. Además, empezará su línea de investigación en el país centrada en la medicina molecular, justamente para integrar sus hallazgos de ciencias básicas con el área clínica.